05 diciembre 2013

Visita a Burgos


Últimamente hemos estado un tanto apoltronados en casa.  Una especie de monotonía se había apoderado poco a poco de nosotros, incluso los emocionantes viernes daban paso a unos fines de semana aburridos y rutinarios.



Quisimos poner remedio a esta situación, así que se nos ocurrió hacer una escapada de dos días.  También nos acompañó el hijo mayor de sr. marido, algo que al peque le emociona especialmente.  Pensamos en algún lugar que no hubiésemos visitado nunca, a ser posible, y que no estuviese a más de dos horas de casa en coche.  Después de descartar algunas opciones, nos decidimos por Burgos.



Salimos de casa a las 9 h. de la mañana, en un día gris, con 6º de temperatura y una débil lluvia.  Después de recoger al chico, pusimos rumbo a Burgos.  Hacia las 11:30 h. ya nos encontrábamos en el hotel guardando las cosas.  Nos pusimos calzado cómodo y nos dirigimos a pie directamente a la Catedral. 
 

El peque y yo además llevábamos gorro y guantes, porque el frío era intenso y soplaba un viento helador que se colaba por cualquier hueco del cuerpo que no hubieses protegido.


¿Has visto que lugar tan maravilloso? No es de extrañar que sea Patrimonio de la Humanidad.  Yo no había estado nunca en esta ciudad, pero sabía de su magnífica catedral entre otras cosas.  Solo puedo decir que es realmente impresionante.  No podíamos apartar la vista de ella, mirases donde mirases, siempre descubrías algo nuevo.  Es tan enorme que me resultó imposible con mi cámara tomar una foto en toda su altura, pero creo que os haréis una idea de su tamaño.


En el interior vimos el famoso Papamoscas, que es un muñeco autómata que a las horas en punto abre la boca y toca una campana, aunque no tuvimos ocasión de verlo en acción.


Esta preciosa fuente se encuentra enfrente de la entrada principal.  


Por la tarde, cuando ya anochecía, volvimos a pasar por aquí y "tuve el valor" de quitarme un momento los guantes y hacerle esta foto.  Me encantan sus tonalidades, desde el verde agua hasta el ocre de la piedra.


Recorrimos el casco antiguo de Burgos sin parar de señalar cosas y mirar para arriba.  En el hotel nos facilitaron una pequeña guía con los edificios más emblemáticos y un plano.  Entre ellos esta impresionante puerta llamada de Santa María, que fue construida entre los siglos XIV y XV. 


Esa puerta era una de las doce que había para entrar en la ciudad en la Edad Media.  Se comunica con el puente de Santa María, por debajo del cual pasa el río Arlanzón, que es el que véis en la foto, y que está justo enfrente de la puerta de la que os hablo.


Un mercadillo de Navidad en el que se vendían productos de la tierra y artesanías ponía un toque alegre, aunque llovía en ese momento y la afluencia de gente no era muy grande que digamos.


También habían instalado una pequeña atracción para los niños.  Recuerdo cuánto disfrutaba el peque en sitios así cuando era pequeño; ahora prácticamente ni se fija.


En esta misma plaza me llamó la atención la estatua de este peregrino.  Burgos fue y sigue siendo, un lugar de paso muy importante para los peregrinos del Camino de Santiago, de ahí la cantidad de iglesias y hospitales que se construyeron en tiempos remotos.



Seguimos andando por la ciudad, y a cada paso mil detalles que captar, como estos carteles de estilo medieval perfectamente integrados en un entorno urbano tan especial.


Me gustaron mucho los escaparates de las tiendas.  Al ser una ciudad muy visitada, los comerciantes ponen especial atención para que estén preciosos y llamen la atención. 


En concreto las tiendas de comestibles estaban decoradas con gran cariño, es algo que se nota. Mostrando infinidad de productos deliciosos a la vista: legumbres, morcillas, embutidos, quesos, vinos.... todo un espectáculo.
 

Cerca de la catedral estaba esta tienda de artículos religiosos, con una decoración más sobria.


Esta bicicleta decorada era un reclamo para una tienda, aunque no recuerdo de qué.  Me encanta cómo está pintada toda de marrón, y esas flores que ponen el toque colorista.  Por cierto, yo aprendí a montar en bici en una parecida a ésta...


Burgos me ha parecido una ciudad preciosa, señorial, elegante, con mucha historia y con muchos más lugares para visitar que tiempo disponible.  ¿No sería un sueño vivir en uno de esos áticos y despertar todos los días entre tanta belleza?


Nuestra primera toma de contacto con la ciudad duró un par de horas, tiempo suficiente para abrir el apetito y dirigirnos a un restaurante que sr. marido tenía "fichado".  Yo me decanté por un menú típico castellano, a saber, entrante de morcilla, sopa castellana, que estaba de mueeeeeerte y me hizo entrar en calor en cinco segundos.  Luego cochinillo asado y de postre leche frita.  ¿Se puede pedir más? Además nos obsequiaron con un licorcito a elegir.  Yo me decanté por la crema de orujo, mmmmmm..... me gustó peligrosamente.



A las siete de la tarde, cogimos un tren chuchú que hace un recorrido de casi una hora por toda la ciudad.  La foto me salió horrible, pero al poner la cámara en posición de poca luz siempre me pasa lo mismo, y como no me gusta usar flash, pues esto es lo que salió.  Bueno, ¿os hacéis una idea de lo bonito y reluciente que era el tren?



La pena fue que llovía ligeramente y los cristales del trenecito estaban empañados; más que ver algo lo intuíamos.  Pero tuvo su encanto. Los cuatro íbamos sentados en un mismo asiento y nos dábamos calor unos a otros.  De cuando en cuando limpiábamos el cristal con un papel y achinando los ojos intentábamos ver algo de lo que nos explicaban por el altavoz.  Para acabar el día, cenamos un poco de picoteo, y tomamos algo en una terraza, al calor de esas estufas de invierno que tanto se agradecen.


Al día siguiente nos levantamos a eso de las ocho y media.  Corrí las cortinas y este fue el precioso paisaje que podíamos contemplar desde la habitación (por fin un hotel con ventanas que se abren...).  Nuestro plan era dar otro paseo por el casco viejo y después coger el coche para visitar el Monasterio de Huelgas.


Durante el recorrido del trenecito del día anterior, me fijé en la entrada a una iglesia medio escondida tras unas verjas y a la que se accedía por unas escaleras. Decidimos buscarla en el mapa y allí llegamos, en medio de un luminoso y frío día.


Mi intuición no me falló en absoluto.  Se trataba de la Iglesia de San Gil, construida en el siglo XIV y de estilo gótico.  Leí después que la riqueza artística que guarda en su interior no tiene nada que ver con la austera fachada de la misma. 


Fue auténtica maravilla visitar un lugar así.  La luz interior era muy tenue, y había diferentes partes de la iglesia que con un euro se iluminaban.  Nosotros activamos una parte en la que había retablos, sotanas antiguas, cuadros, lámparas,... algo impresionante.  ¡Cuánta riqueza tenemos y a veces no la sabemos apreciar! Nuestro patrimonio cultural es inmenso.  Dentro estaba prohibido hacer fotos, y yo soy muy respetuosa con esas cosas.  Tendréis que verlo con vuestros propios ojos.


Luego fuimos en coche hasta el Monasterio de Santa María de las Huelgas en el mismo Burgos. Compramos las entradas, y mientras hacíamos tiempo para la visita guiada, nos tomamos un rico café en un restaurante cercano.


Me gustan mucho las visitas guiadas, porque ponen voz a lo que a simple vista parecen piedras unas encima de otras.  Dentro vive todavía una pequeña congregación de monjas cistercienses de clausura. En el interior están sepultados varios reyes, esposas, hijos y alguna abadesa.  En la Guerra de la Independencia, los franceses saquearon las tumbas llevándose muchas cosas de valor.  Pero hubo una tumba que se salvó del saqueo al estar ubicada detrás de otra. En un museo que hay dentro se expone todo lo que contenía: trajes, telas, alguna joya, cinturones, espadas, todo muy interesante.



Cuando finalizó la visita casi era la hora de comer, así que nos dirigimos a un restaurante cercano, aunque el menú elegido no fue tan potente como el del día anterior.


Y así es como finalizó nuestra visita de dos días a la ciudad de Burgos.  Algunos sencillos recuerdos comprados, nos harán acordarnos de esta bonita excursión, que sin duda repetiremos para ver otras muchas cosas que por falta de tiempo no pudimos visitar, entre ellas el Museo de la Evolución Humana.
Espero que hayáis disfrutado con el post, lo he preparado con todo mi cariño para compartir con vosotras este fin de semana tan especial, lleno de historia, buena comida, charlas, edificios majestuosos y tantas cosas más.
Hasta pronto.

11 comentarios:

  1. Me ha encantado lo que nos has enseñado de una ciudad que no conocía , ahora la conozco un poquito gracias a ti. Que plan más bonito para pasarlo con la familia gracias por compartirlo.Besitos.

    ResponderEliminar
  2. QUE BONITA ES ESTA CIUDAD...
    La visité hace muuuuuchos años y me gusto por su elegancia, y su historia tan repleta de cosas por descubrir.
    GRACIAS POR COMPARTIR QUERIDA...
    Un abrazo pre-navideño :)))

    ResponderEliminar
  3. Realmente lo he disfrutado, que ciudad hermosa! la catedral es impresionante! que bueno que lo tengan tan cerca. Me trajo muchos recuerdos , con mi hermano estuvimos visitando Burgos hace unos cuantos años, y quede impactada con esa ciudad , su arquitectura. Con el monasterio, y en la escuela habia leido el Poema del Cid Campeador, creo que ahi esta su tumba.
    Gracias por este paseo, y seguro que es lindo cada tanto salir de la rutina y hacer algo un poco distinto como darse un paseo como este. Te llena de energia.
    Saludos :)

    ResponderEliminar
  4. ahh me hiciste recordar que estuve hace un par de años en Burgos y me fascino !! quede impactada por toda la historia y arquitectura impresionante que tiene

    ResponderEliminar
  5. gauuuu! que viaje divio!
    y que hermoso país, cuánta historia, cuanta belleza!
    y que bueno que sobreviviste al licoor! :D

    ResponderEliminar
  6. La verdad la disfrute es rico poder conocer un sitio tan hermoso atravez de tus ojos... La catedral impresionante , hermosa iglesia ....su arquitectura es muy elegante... las fotos estan muy lindas y se mira que disfrutaron a gusto y en familia de un paseo espectacular.
    Un abrazote carinoso!!!!!

    ResponderEliminar
  7. Such a very pretty, looks like you had a fabulous time.

    ResponderEliminar
  8. Che posto incantevole!! La cattedrale è meravigliosa!! Un vero proprio gioiello! Belle foto!

    ResponderEliminar
  9. Còmo se nota que te apasiona la historia y el arte, preciosas las fotos, la catedral, la bicicleta vintage...
    de Burgos tengo recuerdos estupendos porque era una etapa obligada cuando hasta hace cinco años en verano hacìamos el recorrido en coche desde Venecia hasta Santiago, y tengo grabada la belleza y elegancia sobria de la ciudad castellana en sus monumentos, sus piedras, su trazado urbano. Pero tampoco puedo olvidar el frìo que hacìa en pleno agosto y las ricas morcillas de arroz, nunca las comì mejores. Burgos es una ciudad hermosa aunque para vivir prefiero una màs càlida.
    Estoy contigo, nada mejor que una excursioncita para superar la rutina cotidiana. Eso te deseo. Un beso y que tengas un bonito fin de semana

    ResponderEliminar
  10. Mmmm ese mercadillo que sueño! Y el monasterio, divino también. Me hiciste reír con lo que escribiste sobre las atracciones de los niños! Mis hijos las hubieran olfateado antes de verlas! Tu peque lo ignoro totalmente.

    ResponderEliminar
  11. BURGOS ES UNA CIUDAD HERMOSA!!!
    FRIA CON GANAS PERO LINDA.
    SALUDITOS

    ResponderEliminar

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Me alegrará mucho que dejes un comentario, los leeré todos. Un beso.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...