31 diciembre 2014

Ultimo día



El último día del año ha amanecido azul, luminoso y frío.  Hemos desayunado a las 9 h. y después de regar un poco mis plantas, me he puesto el abrigo, los guantes, el gorro y la bufanda, y he salido a hacer unos recados por el pueblo.  He llevado mi cámara conmigo, y un vecino me ha pillado agachada con las bolsas de la compra al lado, sacando una foto a una hoja a ras de suelo... He levantado la vista hacia arriba: "¡Buenos días! ¡Buenos días!", jajajaj...  El resto de la mañana lo he dedicado a planchar el mantel de la cena, sacar brillo a las copas de champán, poner el lavaplatos, hacer las camas, lavar las uvas, hacer un par de llamadas de teléfono y preparar este post.  A la tarde tengo que trabajar, así que llegaré justo a la hora de la cena.  Más vale que sr. marido se ocupa de casi todo.  Solo me queda desearos de todo corazón que paséis una Feliz Nochevieja.  Cuando brindemos por el nuevo año, creo que no voy a pedir nada.  Me limitaré a saborear mi copa de cava.  Lo que tenga que ser, será.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡Un fuerte abrazo y FELIZ 2015♥♥♥!!!!!!!!!!!!

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P.D. He publicado también el collage del mes de diciembre.  Espero que os guste.

28 diciembre 2014

52/52

Llegamos a la última semana del Proyecto y lo quiero hacer mostrándoos una de mis fotos favoritas.  A pesar de que me encanta hacer fotos, no me gusta nada que me las hagan a mí, pero esta es especial.  Aunque parezca un vagón del Orient Express a su paso por unas montañas nevadas, fue tomada en un pueblo costero cerca de Sao Paulo por un querido primo mío, al que fui a visitar hace ya unos cuantos años.  El inmenso Atlántico se veía tras las ventanas y todo era mágico y espectacular.  Ahora vive en otro país y una ya no tiene la libertad de la juventud para ir y venir a su antojo.  Nos atan las obligaciones y los compromisos.  Por eso esta foto es tan especial para mí, significa la aventura, lo desconocido, la superación de temores, la curiosidad, cosas que siguen estando aquí dentro y que nos animan a seguir recorriendo un año más este corto camino que es la vida. 
Feliz día amigas.  Gracias por estar siempre ahí.

24 diciembre 2014

Nochebuena


El menú ya está seleccionado, los regalos envueltos, los dulces nos esperan en una gran bandeja y los pocos invitados que tenemos llegarán hoy por la tarde.  La casa está decorada, el árbol parpadea con sus luces y el belén presume de reyes nuevos este año.  Aunque estos días se me han echado encima sin darme cuenta y me ha faltado tiempo para algunas cosas, creo que todo está bajo control.  Después de cenar, quizás cantemos algún villancico, mientras vamos preparando las bolas del bingo y sacamos las monedas que nos jugaremos con cada cartón.


Olentzero vendrá cargado de regalos a eso de las doce de la noche, y con las prisas quizás se deje la puerta entreabierta como ocurrió una vez... Todos los años ocurre lo mismo, pero todos los años de forma diferente.
Mis mejores deseos para esta noche tan especial amigas. 
Un fuerte abrazo.

21 diciembre 2014

51/52




1. Mientras preparo el post de la penúltima semana del año, sr. marido y el peque están decorando el árbol de Navidad.  Me gusta oirles abajo, mientras suenan villancicos de fondo.  Ha sido el propio chaval quien ha querido poner un CD de canciones tradicionales.
2. Al calendario de Adviento solo le quedan cuatro casillas para abrir.  ¿Cómo han podido pasar tan rápido los días?
3. El ramito de flores que cogí el sábado anterior ha aguantado muy bien el paso de los días.  Me ha hecho recordar aquel paseo cada vez que lo veía.
4. Casi me había olvidado de unas semillas de perejil que planté el último día de noviembre.  Me llevé una gran alegría cuando vi unos brotes que habían aparecido.  Los regué un poquito y al día siguiente fue como un milagro: habían duplicado su tamaño.  Creo que les hacía falta agua...
5. Mis dos nuevos inquilinos.  Manolo y Benito, jajaja... Ya que son personajes de otros lares, por lo menos los voy a nacionalizar un poco.  Los vi en la tienda del chino y creo que me estaban llamando a gritos.  ¿A que son monos?
Bueno amigas, solo queda un post para acabar este Proyecto y he decidido que lo continuaré en 2015.  Me ha dado muchas satisfacciones, además de ser una forma de publicar aquellas fotos que entre sí no tienen una continuidad temática pero que merecen estar ahí por ser el reflejo de una semana.
Os deseo unas Felices Fiestas y que tengáis una entrañable semana.  Nos vemos el miércoles.
Un beso.

18 diciembre 2014

Recolectando





Sentí una gran alegría cuando el sábado por la tarde después de comer y antes de que anocheciese, le pregunté al peque si quería acompañarme a dar un paseo por unos campos cercanos a nuestra casa y me dijo que sí.  Antes íbamos a andar juntos más a menudo, pero ahora le cuesta un poco.  Gracias al blog, recuerdo uno de aquellos paseos como si fuese hoy (aquí), y me gusta que siga teniendo esa unión conmigo.  El paseo fue emocionante, al menos para mí.  Buscábamos palos rectos, bellotas u otras cosas que pudiesen servir para añadir a una corona de ramas de pino que quiero hacer.  Me encanta esa complicidad que surge entre nosotros, cuando vamos caminando y me habla de sus cosas y puedo saber qué es lo que le interesa o le preocupa, de esa manera me siento recompensada porque veo que confía en mí.  Es maravilloso ver cómo un hijo va creciendo, cómo cada etapa es diferente, y cómo van apareciendo nuevas perspectivas en cada una de ellas.  Vimos un tronco enorme caído en el suelo y quiso grabar sus iniciales en él con las tijeras de podar que suelo llevar en este tipo de paseos.  No pude resistirme a coger unas pocas flores por el camino, en tonos lilas y morados que puse en un pequeño jarroncito junto a los crisantemos amarillos del jardín. Creo que un ramo de rosas no me haría más ilusión que ver esta sencilla composición.
En la primera foto podéis ver nuestra recolección. Si sirven o no para mi propósito, no me importa demasiado.  Me quedo con la preciosa hora que pasamos el peque y yo, caminando en medio de la naturaleza, hablando de esto y aquello, y alimentando un vínculo que espero no se rompa nunca. 
Mi niño, mi amor.
Un abrazo.

15 diciembre 2014

50/52





Las fotografías de esta semana reflejan la esencia de lo que han sido estos siete días para mí. Ese fue mi objetivo cuando comencé el Proyecto 52 semanas, y puedo decir que me está dando muchas satisfacciones. De vez en cuando, me paseo por mis propias semanas y recuerdo aquellos momentos. Por eso me está gustando tanto. No se trata de hacer las mejores fotos del mundo, sino de intentar plasmar lo que sientes en ese momento determinado, por lo menos, así lo he vivido yo.  Mi semana 50 bien podría haberla publicado bajo la etiqueta de los "Cinco sentidos" (como empecé a hacer algún tiempo). Me encantaría poder transmitiros aunque fuese una mínima parte de cada foto.
1.VISTA: el domingo estuvimos en casa de la "abuelita".  El cielo era gris y plomizo, y había una gran humedad en el ambiente.  A las cuatro de la tarde casi parecía de noche.  Encendimos la lámpara del salón y como siempre, desde que vine aquí por primera vez, su luz ha tenido la facultad de reconfortarme y hacerme sentir en un lugar cálido y acogedor. 
2. OLFATO: el sábado el peque y yo fuimos a dar un paseo por unos campos cercanos, con la idea de recolectar bellotas, palos, hojas, flores y cualquier otra cosa para añadir a una corona con ramas de pino como la que hice el año pasado (y que no os enseñé, creo).  Todavía había bastantes flores silvestres y el peque me las iba señalando para cortarlas y meterlas en la bolsa.
3.OÍDO: esta semana compramos un atril en Lidl, por 9,90 €.  Me hizo mucha ilusión verlos otra vez, porque el año pasado también estaban pero no llegamos a comprarlo.  Si estudias un instrumento, este es un accesorio imprescindible.  Se regula en altura y es plegable.  Creo que ahora el violín suena mucho mejor.
4.TACTO:  la lluvia comenzó a caer cuando volvíamos a casa.  Fuimos corriendo hasta el coche y al entrar y cerrar la puerta, sentimos una sensación de cobijo muy agradable.  Había mucha humedad en el ambiente, y eso se reflejaba luego en los cristales empañados, justo hasta que la calefacción del coche empezaba a funcionar.
5.GUSTO: una merienda para el peque, algo más elaborada que otros días (para la foto, jajaja..) pero mereció la pena, porque su cara se iluminó cuando la vio.  

Estoy pensando si seguir con este proyecto durante 2015, porque aunque me ha encantado, exige un nivel de compromiso importante, que estoy dispuesta a mantener, todo sea dicho.  Estas Navidades he pedido una nueva cámara, pero tengo mis dudas de si llegará o no, jajaaj... En cualquier caso, os animo a que lo intentéis.  Merece la pena y poco a poco se convierte en una pequeña biografía anual que os dará muchas satisfacciones.
Un abrazo, y gracias por estar ahí.

11 diciembre 2014

Pasando el rato


Nadie diría que tengo las camas sin hacer, el cesto de la ropa sucia a rebosar, y muchas otras cosas con las que no os quiero aburrir.  Así que para solucionarlo, se me ha ocurrido coger las tijeras de podar y cortar unos cuantos crisantemos para alegrar mi taza de té de la merienda, mientras abro las páginas de mi nueva agenda de topos rojos de 2015.  La regalaban con una revista de moda, y fue un flechazo instantáneo.  La revista todavía sigue muerta de la risa, pero ya estoy pensando qué apuntaré en la agenda este próximo año.  Me encantan las agendas, aunque luego me da pena estrenarlas, jajajaj...  Quizás apunte cosas relacionadas con el blog, como ideas para post futuros, páginas interesantes sobre diseño,  o simplemente cosas que se me vayan ocurriendo.  A veces apunto las cosas en papeles sueltos y luego no encuentro lo que quiero.
Como podéis ver en la última foto, el Belén de estas Navidades está practicamente concluido.  Solo faltan los Reyes Magos, porque hace un par de años, el pobre Baltasar perdió la cabeza (literalmente), y los que cogimos prestados de casa de mi suegra, resulta que están mirando para el lado contrario, vamos que nos dan la espalda, así que creo que tendremos que comprar unos nuevos.  Cuando esté acabado os lo enseñaré.
Un abrazo, nos vemos el domingo en el reto 52 semanas.

07 diciembre 2014

49/52




Hoy hemos tenido un día de cielo azul y frío intenso.  He salido a comprar el pan y a los pocos minutos me he arrepentido de no llevar mi gorro (soporto bien el frío en el cuerpo, pero mi punto débil son las orejas).  Por lo demás, el peque ha tenido un puente de los largos esta semana, ya que el día 3 fue festivo en Navarra, y teniendo en cuenta que el lunes 8 también es fiesta, pues nada.... seís días enteritos de puente.  Una de las tareas que le "animé a hacer" fue la de hacer limpieza de sus trastos.  Poco a poco lo invaden todo y si por mí fuera los tiraría directamente a la basura.  A mí, esta semana se me ha hecho eterna, yo no he tenido vacaciones y ha sido una sensación rara ir a trabajar mientras ellos se quedaban en casa.  El fin de semana lo hemos disfrutado juntos.  Ayer empezamos a montar el belén y a sacar las cajas con los adornos.  Luego fuimos a comer fuera y después nos tomamos un gin-tonic en un pub inglés que ya tenía puestas sus luces navideñas.  Por la noche preparé una cena informal y hoy estaremos tranquilos en casa (lo sé, tengo que hacerme la manicura, jajajaj...)  Mañana también es festivo así que hoy es como si fuese sábado otra vez, yupiiiiiiii....  Yo no sé si esto pasa en el resto de Europa, pero aquí, entre santos autónomos y santas patrias, esto es una "oda a la productividad nacional"...  En fin, feliz puente.

03 diciembre 2014

Hojas, libros y calendarios




Ahora mismo solo puedo decir qué a gusto se está en casa.  Desde ayer un frío intenso se nos ha colado de repente.  El verdadero otoño ya ha aparecido con sus vientos del norte y esos cielos grises amenazando lluvia constantemente.  El sábado compramos un calendario de adviento para el peque, y el lunes se comió la primera chocolatina, lo que ya nos habla de lo poco que queda para que empiece el invierno.  También llega el encedido de velas, los paseos después de una mañana de lluvia, el pañuelo alrededor del cuello, las tazas de té, y sobre todo, cientos de hojas de los colores más maravillosos. Disfruto mucho esta estación, con sus colores, con el olor de la hierba mojada, y con el ruido que provocan mis botas cuando camino.  Unas veces es un "chof"  (si piso un charco), otras veces es un "crash" (si aplasto las hojas).  Incluso puede que me resbale alguna vez si confluyen un "chof" y un "crash"... 
Me encanta encender un par de velas en el salón al atardecer mientras planeo prepararme una taza de té y dedicar un rato a la lectura.  Sé que mis gustos son un tanto eclécticos, pero qué queréis que os diga, acabo de descubrir "Los Juegos del Hambre" de Suzanne Collins, y no he podido soltar el libro desde que cayó en mis manos (gracias al peque que me pidió que lo cogiese en la biblioteca).  Es una trilogía dirigida al público adolescente (creo) y aunque el argumento de entrada es bastante fuerte, reconozco que me ha enganchado completamente.  Me queda muy poco para finalizar, y ya estoy loca por encontrar el segundo libro.  Esta sensación de "necesidad" de seguir leyendo, me ha recordado la misma que sentí cuando tenía quince años y leí "La Historia Interminable".  Ahora son casi las siete de la tarde y tengo que preparar la comida de mañana y la cena de hoy, pero en cuanto acabemos de cenar, haré un poco de zapping y me iré directa a la cama a seguir con mi libro.
Y vosotras ¿estáis enganchadas a algún libro en este momento? Ya sabes, de esos que estás deseando que llegue la hora de acostarte para devorar algún capitulo.  Me encantaría añadirlo a mi lista.
Un abrazo.

30 noviembre 2014

48/52




En esta semana han predominado los cielos grises, las botas, las tazas de té, la lluvia y sobre todo el viento.  Hemos comprado algunos dulces y licores para Navidad, unas botas de lluvia para el peque, he plantado unas semillas de perejil y he dado un bonito paseo esta misma mañana, con una temperatura estupenda y un cielo azul.  El sábado fue el encendido oficial de las luces navideñas en Pamplona, los comercios nos tientan con sus "Black Friday's" y los niños se sumergen en los catálogos de juguetes que invaden nuestros buzones.  Intento observar todo desde la lejanía, como si fuese "El Principito" en su asteroide, con las piernas colgando y mordiéndome las uñas ante el espectáculo.  Todo se resume en consumir.  Dicen nuestros políticos que hay que activar la economía: si consumimos más, producimos más y de ese modo más gente trabaja y más gente gasta... y vuelta a empezar.   Esto me produce un vacío en el alma, siento que  no vamos por buen camino, pero mi espíritu es optimista por naturaleza, así que doy gracias por todo lo que tengo, y sigo disfrutando de la belleza de todo lo que me rodea, algo que me llena de felicidad... eso y descubrir artistas como Dustin O´Halloran.  Fue gracias a la BSO de Marie Antonniette (de Sophia Coppola, una de mis películas favoritas).  Sus composiciones son maravillosas, pero esta en concreto tiene la facultad de transportarme.  Me pongo los cascos, cierro los ojos y me transporto a otro lugar, quizás al asteroide desde el que El Principito veía el mundo.  Por cierto, no me importaría encontrarme allí con el tal Dustin, con piano o sin piano, jajajaj...  
Feliz semana  ♥♥♥

27 noviembre 2014

Homenaje al cerdito



La historia de la hucha en forma de cerdito del peque se puede considerar un ejemplo de tenacidad.  Se la regalaron unos tíos suyos cuando tenía alrededor de cuatro años.  Estaba hecha de cerámica, sus ojitos eran blancos y su carita invitaba al ahorro. Durante varios años fue metiendo monedas procedentes de las pagas recibidas, con cierta falta de constancia, eso sí, pero aquí no había ni trampa ni cartón, lo que entraba ya no salía (a excepción de una vez que le pillé agitando el cerdito boca abajo mientras metía un clip abierto por la ranura...)
 

La hucha casi estaba llena y en verano el peque me preguntó que cuándo la íbamos a romper.  Le dije que el 11 de noviembre, San Martín, era un día idóneo (siguiendo el refranero español "A todo cerdo le llega su San Martín"), así que os podéis imaginar lo que sucedió. El peque esperó pacientemente la llegada de ese día, haciendo un esfuerzo de ahorro extra.
El día en cuestión, el pobre cerdito recibió un martillazo en todo lo alto, abriéndose en dos partes y dejando al descubierto un tesoro de monedas y billetes, que tanto el peque como su padre comenzaron a sumar sin perder un segundo. Reconozco que fue un momento emocionante para los tres.  Después del recuento la cantidad ascendió a 66,47 €, que por deseo del peque fueron a parar a su cartilla, exceptuando 6,47€, ya sabes, para sus "imprevistos".


Me dio pena ver al cerdito partido en dos, acabando sus días en el cubo de la basura.  Han sido cerca de ocho años viéndolo en el dormitorio del peque, quitándole el polvo, sopensándolo de vez en cuando, animando al chaval a seguir metiendo monedas dentro, ainssss....
Hace un par de años que tenemos "El pollo Matías" (os juro que se llama así), que es otra hucha, pero más moderna.  Imita a una caja fuerte e incluso tiene clave de acceso.  Lo malo que tiene el pollo es que las monedas salen con la misma facilidad con la que entran, así que el ahorro se está haciendo casi imposible, vamos, como a sus padres.
Echaré de menos al cerdito y a todo lo que significó durante tantos años,... en fin, soy una sentimental en toda regla, jajajaj... ¡qué le vamos a hacer!
¿Vuestros hijos han tenido o tienen huchas?¿les animáis a ahorrar? Me parecen cuestiones muy interesantes por todo lo que se fomenta: paciencia, lo que cuesta ganar el dinero, evitar comprar cosas inútiles, saber esperar,...
Un abrazo chicas.

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P.D. Acabo de hacer el collage correspondiente al mes de noviembre. Seleccionar las nueve fotografías más representativas de cada mes y mezclarlas hasta conseguir un imagen que con solo un vistazo me haga revivirlo, es algo que me llena de alegría. Espero que os guste.

24 noviembre 2014

47/52




Los caramelos del peque pusieron algo de color en un sábado gris y fresco.  El sol se deja ver cada vez menos, aunque algunos días hemos tenido unos atardeceres llenos de luz.  Quería coger mi cámara y salir a fotografiar los colores de los árboles y sus hojas rojas en medio del cielo azul, pero siempre me surgía algo que hacer en casa.  Espero que esta semana nos brinde al menos un par de días luminosos y salir a dar un paseo justo después de comer.  Por lo demás, estos siete días han transcurrido tranquilos, cada uno ocupándose de sus obligaciones habituales.  Fui con el peque a comprarle unas zapatillas de casa y de paso nos tomamos un helado y un expresso.  Una compañera de trabajo me regaló una rama de laurel fresco, y al día siguiente preparé lomo de sajonia en salsa con una de sus hojitas.  Ayer domingo salimos los tres a comer, y a las cinco el peque se fue al cumpleaños de un amigo.  Sr. marido y yo continuamos la ronda, echándonos alguna que otra Voll-Damm al coleto (como diría Pérez-Reverte), hablando de lo humano y lo divino, y reparando incluso en una pequeña telaraña sin habitante aparente que se encontraba justo a la altura de mis ojos.
Feliz semana.

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